La Bolsa de Milán mostró hoy cierta volatilidad, pero sin cundir el pánico entre los inversores, que habían descontado un rechazo a la reforma constitucional en Italia que siembra de incertidumbre la economía y la política del país.

El mercado lombardo cerró con una ligera cesión del 0,21 %, mientras que había comenzó con fuertes pérdidas del 2,08 %, después había corregido su rumbo a terreno positivo y de nuevo a media sesión volvía a los números rojos.

La prima de riesgo italiana -que mide el diferencial entre el bono alemán a diez años y el italiano en el mismo periodo- cerró a 165 puntos básicos, frente a los 162 puntos básicos del viernes.

El rendimiento de la deuda italiana ha subido en el mercado hoy hasta el 1,98 %, frente al 1,9 % en que arrancaba.

En cuanto al euro, a primera hora se situaba en 1,05 dólares, de nuevo en zona de mínimos de 20 meses, pero posteriormente rebotó hasta 1,07, con lo que superó incluso los niveles anteriores a la celebración del referéndum del pasado domingo.

Aún así, algunos expertos consideran que la paridad entre la divisa europea y la estadounidense se acerca y llegará en los primeros meses de 2017.

“No se puede afirmar que haya sensación de ‘pánico’ en el mercado. (…) El rechazo a la propuesta de reforma constitucional durante el fin de semana ya estaba ampliamente descontada en los mercados de renta fija, y así parece confirmarlo su reacción inicial”, comentó el gestor de Fidelity Funds Italy Fund, Alberto Chiandetti.

“La presión por las ventas es posible que aumente. Se trata de una dinámica que depende” del escenario que se abrirá una vez que el primer ministro, Matteo Renzi, formalice su dimisión ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, explicaron fuentes de Unicredit al diario “Il Sole 24 Ore”.

Para la entidad, “el escenario más probable es que se forme un Ejecutivo técnico sin elecciones anticipadas”.

El fantasma de unos comicios anticipados no parece preocupar a los mercados: “Las probabilidades de que haya elecciones anticipadas siguen siendo escasas en estos momentos”, opinó Chiandetti.

Los inversores confían en que se designe a un sustituto de Renzi que gobierne al menos hasta que el país apruebe una reforma de la ley electoral, y esto no ocurrirá “hasta mediados de 2017 como mínimo”, considera, por su parte, el responsable de la búsqueda de crédito soberano europeo en Pimco, Nicola Mai.

Para el fondo estadounidense, principal inversor de bonos del mundo, el rechazo a la reforma constitucional abrirá un “periodo de incertidumbre política” en un momento en el que están en curso “esfuerzos de recapitalización en el sector bancario italiano”.

Italia se encuentra en un momento económico delicado, recuerda el economista jefe de Union Bancaire Privée, Patrice Gautry: acumula una “deuda pública del 133 %” del Producto Interior Bruto, “la tasa de desempleo sigue siendo alta (11 %)”, el déficit público en 2017 alcanzará el “2,5 % del PIB” y el crecimiento económico será del 1 %.

Además, presenta un sistema bancario con una morosidad de 360.000 millones de euros.

El director de análisis y estrategias de inversión en ETF Securities, James Butterfill, señala que “siete de los diez primeros bancos italianos tienen un porcentaje de préstamos morosos por encima del 14 %”.

Uno de los bancos más afectados es Monte dei Paschi di Siena, inmerso en una ampliación de capital de 5.000 millones de euros.

Una situación de inestabilidad podría ahuyentar a los inversores, dijo recientemente el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, y por eso los mercados mirarán con atención el desarrollo de los acontecimientos en el país.

“Será necesario controlar atentamente cómo se desarrolla la crisis de Gobierno y estar preparados para reaccionar en consecuencia”, apunta el analista de la empresa italiana Advise Only, Raffaele Zenti.

En la misma línea se muestra Chiandetti, quien considera que “serán los inversores en renta variable, no tanto los inversores en renta fija, los que carguen con el peso de las ampliaciones de capital que se dibujan en el horizonte”.

El resultado del referéndum, no obstante, “no tendrá un impacto inmediato en la solvencia de Italia ni tampoco en la economía o en las políticas presupuestarias” del país, reflexionó la agencia internacional de calificación de riesgos Standard & Poor’s.

Los inversores también confían en la actuación del Banco Central Europeo (BCE) que, según señala Union Bancaire Privée, “está preparado para inyectar liquidez si es necesario”.

“Para la renta fija italiana, la fecha clave sigue siendo la reunión del BCE de este jueves, 8 de diciembre, de la que esperamos que salga una ampliación del programa de expansión cuantitativa durante al menos otros seis meses, hasta marzo de 2017”, dice a su vez Chiandetti.

Fuente: EFE


Source: Economia