Goldman Sachs Group Inc. cree que Alemania debería abrazar “una gran expansión fiscal”, pero probablemente no lo hará; que China debería introducir el estímulo suficiente para evitar “una fuerte desaceleración”; y que las “posibles repercusiones significativas” para la política presupuestaria son otra razón para seguir las elecciones presidenciales de Estados Unidos.

En su informe ‘Top of Mind’, Goldman explora el frente fiscal dado que la política monetaria está casi agotada en las principales economías, las tasas de interés son bajas a nivel mundial y el gasto deficitario financiado con dinero está llamando la atención. Para ello, la firma entrevistó a un ex cargo del FMI, un profesor de la Universidad de Harvard y su propio economista jefe.

“Casi por definición, cuando las tasas de interés son bajas, y especialmente si la tasa de interés es más baja que la tasa de crecimiento, la dinámica de la deuda es más favorable”, escribió Olivier Blanchard, ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional. “Por lo que, sí, las bajas tasas de interés aumentan el margen para utilizar la política fiscal”.

Después de años de estímulo monetario sin precedentes, los bancos centrales casi han agotado sus herramientas y han aumentado la presión sobre los Gobiernos para que estos incrementen el apoyo fiscal. La OCDE ha advertido este mes que la economía mundial está estancada en una rutina de la que no saldrá a menos que los gobiernos revolucionen las políticas y la forma en que invierten, en lugar de solo esperar un repunte cíclico.

Alberto Alesina, profesor de economía política en Harvard, no es tan optimista sobre el uso de la política fiscal.

“Creo que deberíamos mantener una perspectiva a más largo plazo”, dijo a Goldman. “Sí, las tasas de interés son bajas y pueden ser bajas durante un tiempo, pero no serán bajas para siempre. Y cuando aumenten, por supuesto, el costo de la deuda aumentará nuevamente”.

A principios de este mes, el economista jefe del Banco de Pagos Internacionales, a menudo denominado banco central de bancos centrales, dijo que amalgamar la política monetaria y fiscal para impulsar la economía no es la solución correcta para el desafío mundial de un crecimiento lento y baja inflación.

“Ayuda si ambos marchan en la misma dirección”, pero “los límites entre la política monetaria y fiscal no deben desaparecer”, dijo Claudio Borio, del BPI. “Por eso, no creo en propuestas como el helicóptero del dinero o la monetización de los déficits fiscales. De lo contrario, el riesgo de un dominio fiscal, donde las finanzas públicas limitan en gran medida lo que los bancos centrales pueden hacer, sería muy grande”.

Goldman anticipa un crecimiento económico de Estados Unidos del 2,5% en 2020 gracias a la recuperación de la vivienda, la fortaleza del gasto del consumidor y la disminución de inventarios, según el informe. Anticipa una desaceleración de Japón desde el 0,9% al 0,4% en 2019, debido al impacto del aumento del impuesto al consumo de octubre. El banco pronostica que el Gobierno de Japón aprobará un paquete de estímulo fiscal de aproximadamente 5 billones de yenes (US$46.000 millones) en 2020.

Goldman redujo sus expectativas para el crecimiento de China en 0,1 punto porcentual al 5,8% en 2020.

La firma anticipa que la zona euro repuntará a un 1,1% el próximo año y predice que el banco central mantendrá las tasas sin cambios. Se pronostica que el Reino Unido se recuperará al 2,4% anualizado en la segunda mitad de 2020 debido a la reducción de la incertidumbre del brexit y el estímulo fiscal.

Jan Hatzius, economista jefe de Goldman, espera un “impulso fiscal” de 0,3 puntos porcentuales del PIB en la zona euro en 2020.

Eso “no es mucho en una economía que está cerca del estancamiento”, escribió. “Por lo tanto, los responsables políticos se están moviendo en la dirección correcta, pero a un ritmo frustrantemente lento”.

Fuente: Reuters


Source: Economia