El presidente, Donald Trump, restó hoy importancia a las fuertes caídas que vienen sufriendo las bolsas internacionales, preocupadas por su guerra comercial con China, e insistió en que está haciendo lo correcto.
“Creo que se anticipaba la reacción del mercado, al menos yo la hubiera anticipado, tal vez incluso más”, declaró Trump en los jardines de la Casa Blanca antes de emprender viaje a Dayton (Ohio) y El Paso (Texas) para rendir homenaje a las víctimas de los tiroteos del pasado fin de semana.
Según el gobernante, esta situación es pasajera y “a la postre (las bolsas) van a subir mucho más alto de lo que nunca hubieran subido”, porque el tradicional desequilibrio comercial que el país mantiene con China ha sido “una rémora” para la economía.
Las bolsas de valores de todo el mundo mantienen una situación de volatilidad debido a la dinámica de imposición de aranceles y cruce de represalias comerciales entre China y Estados Unidos, y en los últimos días han registrado fuertes caídas debido al agravamiento de la situación entre los dos gigantes económicos.
En lo que va de mes, el Dow Jones y el S&P 500, las dos principales indicadores de Wall Street, han descendido más de un 5 %, mientras que el Nasdaq ha bajado cerca de un 5,8 % en una tendencia de retirada del mercado de los inversores.
Y el oro, una de las “inversiones refugio” en rachas de volatilidad de las bolsas, subía hoy a máximos de los últimos 6 años, por encima del 2,5 %, y la plata ascendía cerca de un 4 %.
“Alguien tenía que hacerlo (…) Alguien tenía que asumir una posición (firme)” con China, porque “nos estaba matando con acuerdos comerciales injustos, (y) las personas que permitieron que eso sucediera son una desgracia”, afirmó el gobernante en referencia a sus antecesores en el cargo.
Estados Unidos tiene tradicionalmente un déficit en el comercio de bienes con China -y un superávit mucho menor en el de servicios-, que en 2018 ascendió a 419.000 millones de dólares.
A pesar de la dura política proteccionista de Trump, el déficit en el comercio de bienes con China apenas se ha reducido, situándose en la primera del año 179.000 millones de dólares, algo inferior a los 200.400 millones del mismo período de 2018.
“Lo que nos estaba haciendo China durante años era sacando cientos de miles de millones de dólares, robando propiedad intelectual”, insistió el gobernante en sus declaraciones.
Trump no se refirió al anuncio de las autoridades chinas de que, en represalia a los aranceles de Washington dejarán de importar productos agrícolas estadounidenses, algo que afectará gravemente al sector agropecuario, pero dijo que las políticas comerciales chinas ya perjudicaban a los granjeros y que estos “lo entienden”.
Tras la anterior ronda negociadora, que tuvo lugar a finales de julio en Shanghái, la propia Casa Blanca había emitido un comunicado en el que subrayaba que la parte china se había comprometido “a aumentar las compras de exportaciones agrícolas” estadounidenses.
Pero el anuncio de la imposición a partir del 1 de septiembre de nuevos aranceles del 10 % sobre importaciones chinas valoradas en 300.000 millones de dólares, con lo que las tarifas ya cubrirán todas las importaciones de ese país, llevó a las autoridades de Pekín a anunciar la suspensión de las compras agrícolas a EE.UU.
Trump se ha visto obligado a aprobar millonarias subvenciones a los agricultores estadounidenses afectados por la guerra comercial con China, que llevan tiempo reclamando una solución.
En mayo pasado, se aprobó un segundo paquete de ayuda de 16.000 millones de dólares, a los granjeros y agricultores afectados por la guerra comercial con China, después de que el año pasado se anunciase un programa de asistencia similar de 12.000 millones.
Fuente: Reuters
Source: Economia
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