Gracias a la Fed, la parte más riesgosa y considerable del mercado de bonos con grado de inversión está a punto de crecer aún más.
La Fed reiteró el miércoles que no elevaría las tasas, lo que provocó que los rendimientos de referencia alcanzaran los niveles más bajos en más de un año. Esto arrinconará a los inversionistas en las posiciones más riesgosas de los mercados a medida que buscan mejores rendimientos, según analistas.
Los inversionistas tendrán que buscar mayores rendimientos y tendrán que optar por encontrarlos en bonos cercanos a su vencimiento o instrumentos con menor calificación crediticia. Es probable que compren aún más deuda con calificación BBB, que ya representa alrededor del 50 por ciento de los bonos con grado de inversión y es el nivel justo por encima de los bonos basura, ya que muchos consideran que el sector saca provecho al dinero, es decir, una mayor rentabilidad por un menor riesgo.
Esto debería impulsar los créditos con calificación BBB que fueron sometidos a una supervisión a fines del año pasado cuando General Electric Co. cobró protagonismo debido a su gran cantidad de deudas. Por ahora, dado que no aumentarán las tasas de interés, compañías como Alcon Inc., que pagarán un dividendo único de US$3.000 millones a su antigua matriz Novartis AG y recaudarán US$3.500 millones de deuda para financiar la transacción en 2019, tendrán un acceso más fácil al mercado. S&P Global Ratings emitió una calificación BBB a Alcon y su deuda senior no garantizada.
Además, las compras a través de fusiones y adquisiciones podrían ser un gran impulsor con un menor costo de capital. Fidelity National Information Services Inc., por ejemplo, planea comprar Worldpay Inc. por US$34.000 millones en una transacción que podría incitar a la empresa a solicitar un crédito por US$11.000 millones. FIS dijo que planea mantener sus calificaciones crediticias BBB (dos calificaciones por encima del nivel de basura, de las tres principales firmas de calificaciones crediticias) y pagar la deuda rápidamente después del cierre del acuerdo.
Como resultado, las curvas de los bonos corporativos deberían aplanarse y el margen entre los BBB a la deuda BB debería reducirse, a medida que los bonos de mayor rendimiento se vuelven más atractivos. Esta relación se evidenció por primera vez tras la reunión de la Fed en enero y solo se fortaleció una vez el banco central reafirmó su orientación de tono suave.
La búsqueda de rendimientos ya se está manifestando en fondos de inversión cotizados. LQD, el fondo de inversión vinculado a bonos de alta calificación, alcanzó el nivel máximo en más de un año y hoy está extendiendo las ganancias. Además, los diferenciales de efectivo de la plataforma IG cerraron al nivel más ajustado desde noviembre, gracias a fuertes ingresos de fondos.
Las compañías que están vendiendo en el mercado de deuda han estado pagando menos por hacerlo, sin importar su calificación crediticia. Esto es un giro radical en comparación con diciembre cuando se valoraron menos de US$9.000 millones: fue el diciembre más lento en 23 años.
La Fed está “dando al mercado todo lo que quieren y más aún”, dijo Krishna Memani, director de inversiones y jefe de renta fija en OppenheimerFunds.
Las denominadas primas de nueva emisión -el margen diferencial entre el punto en que se vende un nuevo bono en relación con la curva crediticia del emisor- alcanzaron los dos dígitos a fines del año pasado. Este mes, el indicador está en cifras bajas de un solo dígito, e incluso se volvió negativo en febrero, mostrando cuán baratos se han vuelto los costos.
Fuente: Reuters
Source: Economia
Recent Comments