Si cumpliste la increíble edad de 100 años y eres fundador de una de las compañías más importantes del mundo en cierta industria, bien puede esperarse que decidas pasar tus últimos momentos sobre la Tierra de la manera más apacible, retirado del trabajo desde hace mucho tiempo.

Pero no es el caso de Chang Yun Chung, fundador de Pacific International Lines (PIL), una de las 20 compañías navieras más importantes del mundo, que cuenta actualmente con 18.000 empleados.

El empresario de Singapur insiste en ir a la oficina todos los días pese a haber cumplido 100 años y haber decidido -solo a inicios de este- pasarle el mando a su hijo.

“Es mi costumbre”, dijo Chang a CNBC en un reciente episodio de “Managing Asia”.

Como presidente emérito de PIL, un título en honor a su contribución a la compañía de 51 años, Chang visita el cuartel general de la empresa en Singapur todos los días para revisar sus operaciones y estar en contacto con todos los departamentos. “Todos los días, escribo todos mis ‘Actividades’ en mi diario, todo”, dijo Chang. “Cada departamento viene a verme”.

“No puedo quedarme en casa”, asegura el multimillonario que fundó la compañía en 1967 con dos barcos de segunda mano. “Me aburriría mucho”, asegura.

Para él, ir a la oficina todos los días es una manera de mantener su mente activa y mantenerse en contacto con su empresa. Para su hijo y sucesor Teo Siong Seng, de 63 años, es una lección de vida constante.

“Cuando era más joven, tenía más mal genio, así que era más un líder de mano dura”, reflexionó Teo. “Pero mi padre me enseñó una cosa, en chino, es ‘yi de fu ren’: eso significa que quieres que la gente te obedezca, no por tu autoridad, no por tu poder o porque eres feroz, sino más por tu integridad, tu calidad, que la gente realmente te respete y te escuche”.

“Entonces, ‘yi de fu ren’ es algo muy difícil de hacer, pero creo que lo estoy aprendiendo lentamente. Mantenerme tranquilo es algo que aprendí de él y aún sigo aprendiendo de él”, agregó.

Chang admite que esa mentalidad es quizás lo que haya mantenido feliz en su papel durante tanto tiempo.

“Nunca pierdo la paciencia”, dijo. “No puedo. Cuando pierdes los estribos, simplemente no puedes controlarte”.

Fuente: Reuters


Source: Economia