En 2016 Katrin Dambrot lanzó el programa de reinserción Back2Business de la Asociación de Mujeres Financieras (FWA, por sus siglas en inglés) de Nueva York, a la espera de que sus miembros fueran sobre todo madres primerizas y empleadas jóvenes con pocos años de experiencia que se habían alejado del mundo profesional para formar una familia. Sin embargo, encontró a mujeres con una gran experiencia, algunas incluso al nivel de director ejecutivo, que estaban fuera del mercado laboral. Todas compartían una preocupación.

“Las mujeres que habían abandonado el trabajo se mostraban muy reticentes, incluso a presentar una solicitud”, le contó Dambrot a Yahoo Finanzas. “Sentían que ya no tenían sitio en la mesa. Pensaban que por estar fuera un par de años, nadie las querría”.

El programa Back2Business busca a mujeres que se han mantenido al margen del sector financiero, las reubica en puestos de prueba con compañías asociadas como BMO Capital Markets, Deloitte, New York Life y PGIM y les da tareas remuneradas durante un período que oscila entre 90 días y un año, con la esperanza de que puedan ocupar un puesto permanente.

Una de las partes más importantes del programa, añadió Dambrot, es que les ofrece a sus participantes talleres de capacitación y tutoría, ya que muchas mujeres aseguran haber estado ausentes del sector financiero durante algún tiempo.

Las estadísticas del sector son sombrías para las mujeres

En la actualidad, las mujeres representan el 47% de la fuerza de trabajo en el sector de la gestión de activos, una cifra que se reduce al 10% cuando se trata de la gestión de fondos. De hecho, de todos los fondos mutualistas que se administran en los Estados Unidos, solo el 2% están gestionados por una mujer o un equipo de mujeres. En cambio, el 76% de los fondos son administrados exclusivamente por hombres, según datos de Morningstar.

Esas estadísticas están por debajo de las cifras que ostentan muchos otros campos profesionales. Las mujeres representan el 37% de los médicos, el 20% de los socios de las firmas de abogados, el 24% de los jueces federales y el 19% de los socios de las empresas de contabilidad en Estados Unidos.

Los datos de Morningstar que Yahoo Finanzas analizó revelaron que, en los últimos 15 años, el número de fondos de inversión y deuda de Estados Unidos administrados por un equipo que incluyera a una mujer no ha variado.

¿A qué se debe esa diferencia? Algunos lo atribuyen a la discriminación por género y otros opinan que las cosas simplemente han ocurrido así. Sin embargo, al conversar con docenas de mujeres que ocupan altos cargos en Wall Street, así como con investigadores, jefes de contratación y reclutadores, se puede apreciar que no existe una respuesta sencilla.

“Si buscas a alguien con más de 15 años de experiencia, no encontrarás a muchas mujeres”, dijo Diane Garnick, miembro de la junta de la CFA Research Foundation y Directora Ejecutiva y Estratega Jefa de Ingresos de TIAA.

Una de las causas principales es que históricamente las mujeres no han tenido la oportunidad de desarrollar un historial a largo plazo. Por lo general, las empresas desean contratar gestores de fondos que tengan al menos cinco años de experiencia. Si los gestores abandonan el sector durante algunos meses, ya no pueden reclamar el historial que tienen a sus espaldas por lo que, básicamente, tienen que empezar de cero. Esto deja a las mujeres ante una posición difícil: tienen que elegir entre formar una familia o cuidar a un familiar enfermo, responsabilidades que suelen recaer sobre ellas, y tener éxito en sus carreras.

Incluso cuando evitan abandonar su trabajo durante unos meses, las investigaciones han demostrado que no ascienden a las mujeres, a pesar de que tengan un buen desempeño. Una encuesta realizada por la empresa de consultoría empresarial Mercer descubrió que a las mujeres no las ascendían con tanta frecuencia debido a “criterios demasiado rígidos para el ascenso, modelos de liderazgo obsoletos, prácticas de trabajo inflexibles y parcialidad en la gestión del talento”.

Fuente: Reuters


Source: Economia