El FMI acentuó este lunes su optimismo sobre la economía mundial en 2018 apuntalado por la reforma fiscal en Estados Unidos y revisó al alza la previsión de crecimiento de Brasil y México; las mayores economías latinoamericanas.

En la revisión de sus proyecciones de octubre, el FMI elevó de 3,7% a 3,9% su previsión del crecimiento de la economía global para este año y el próximo, en una revisión al alza de 0,2 punto porcentual para cada período.

Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), esta corrección al alza es “reflejo de un fortalecimiento de la tendencia de crecimiento y el esperado impacto de las reformas fiscales aprobadas recientemente en Estados Unidos”.
Los técnicos del FMI apuntaron que un grupo de países que representan “tres cuartos del PIB mundial registraron un crecimiento en 2017”, lo cual significa “la más amplia recuperación a nivel global desde 2010”.
La entidad estimó que Estados Unidos deberá cerrar 2018 con un crecimiento de 2,5%, un importante aumento de 0,6 punto porcentual con relación a lo proyectado en octubre.
Para 2019, el FMI estimó un crecimiento de 2,7%, también en alza con relación a octubre (+0,4 puntos porcentuales).

La reforma del sistema fiscal estadounidense deberá “estimular la actividad, con un impacto en el corto plazo apuntalado en la respuesta de las inversiones al recorte de los impuestos a las corporaciones”, según el informe del FMI.
Ese crecimiento de las inversiones deberá traducirse en un crecimiento suplementario de 1,2 punto porcentual hasta el año 2020, para reducirse gradualmente a partir de ese momento ante la naturaleza temporal de algunas de las medidas.

– Brasil y México, en alza –
“Los efectos de este paquete en Estados Unidos y sus socios comerciales contribuye con aproximadamente la mitad de la revisión acumulada del crecimiento global para 2018-2019”, apuntó el FMI.

Coyuntura de factores –
Para la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, no es momento de cantar victoria porque la “complacencia es un riesgo”.
“Es claramente una recuperación cíclica, y sin la continuidad de reformas, las fuerzas fundamentales que nos preocuparon sobre la ‘nueva mediocridad’ (…) permanecerán en sus lugares”, alertó durante una conferencia de prensa en Davos, Suiza.

Pero si el FMI mantuvo su visión de optimismo en el corto plazo, igualmente reiteró la necesidad de seguir en alerta para evitar retrocesos.

El economista jefe del Fondo, Maurice Obstfeld, señaló que hay “buenas noticias. Pero los líderes políticos y los responsables por el diseño de políticas deben recordar que el impulso de crecimiento está ligado a la convergencia de factores que deberá durar mucho tiempo”.

Añadió que la gran crisis financiera mundial destada en 2008 puede “parecer haber quedado a distancia, pero sin medidas rápidas para atacar los obstáculos estructurales al crecimiento (…) la nueva tendencia negativa llegará más rápido y será más difícil de combatir”.

Incluso la reforma fiscal estadounidense, con su impacto positivo a corto plazo, podría empeorar el déficit presupuestario de ese país. Así, una desaceleración más allá de 2022 podría en la práctica anular los beneficios de corto plazo.

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Source: Economia