Sirve para intercambiar bienes y servicios igual que el euro, el dólar y el yen pero, a diferencia de esas y otras monedas, el bitcóin es una divisa electrónica, que carece de un emisor central y es producida de forma colectiva por personas y empresas de alrededor del mundo, por medio de tecnologías informáticas.
Además, aunque cada bitcóin puede subdividirse en cantidades más pequeñas, se ha establecido una cantidad máxima de bitcoines en circulación: 21 millones de unidades.
Esta divisa cuyo nombre deriva de los términos ‘bit’ (unidad mínima de información, que puede tener solo dos valores, cero o uno) y ‘coin’ (moneda, en inglés), existe y circula en los sistemas electrónicas que la procesan y puede visualizarse en las pantallas digitales de los ordenadores y otros dispositivos.
Pese a su creciente popularidad la también denominada ‘criptomoneda’ o ‘moneda virtual’ sigue siendo, para muchas personas, un mundo desconocido que suscita muchas dudas, según el doctor en Economía y asesor tributario Basilio Ramírez y el experto en prevención de blanqueo de capitales y perito judicial en delincuencia económica , Juan Carlos Galindo.
Ramírez, socio director de Arnaut & Iberbrokers y Galindo, director en Galindo–Legal & Compliance son los autores del libro ‘Bitcoin: ¿Amenaza u oportunidad?’, que presentan como una guía para comprender, de forma amena, esta moneda virtual “todavía desconocida, pero con un potencial de desarrollo inquietante”.
¿En qué consiste?
“Cada uno de los bitcoines se crea y se distribuye mediante redes descentralizadas P2P, es decir, son generados usando un programa de código abierto que resuelve problemas matemáticos complejos en un proceso conocido como ‘minado’”, explica a Efe el doctor Basilio Ramírez.
Añade que cada bitcóin tiene una dirección pública y una llave privada.
Según Ramírez, una de las características más importantes de esta moneda es su ‘huella digital’, que consiste en la posición que ocupa cada transacción en el libro público digital, donde están todas las transacciones de manera pública y permanente: lo que se conoce como ‘blockchain’ (cadena de bloques, en castellano).
Explica que “cada vez que alguien compra un bitcóin, compra un puesto en ‘blockchain’”, un servicio que ha sido descrito como una gran base de datos o un libro de contabilidad, que no puede ser adulterada y del que todos los que participan guardan una copia y en la que todos comparten la misma información.
“Blockchain es la columna de bitcóin, lo que le da valor, y se mantiene por una red de potentes ordenadores distribuidos en todo el mundo, lo que permite a esta moneda virtual ser internacional y anónima, haciendo que las transacciones se realicen sin intermediarios, como los bancos”, señala.
“Bitcóin es una moneda descentralizada, sin gobierno ni entidad que lo controle”, enfatiza Ramírez.
¿Cómo funciona?
“El funcionamiento de bitcóin es sencillo”, según Ramírez y “únicamente necesitamos un ‘monedero virtual’: es decir una dirección en la que se almacenan nuestros bitcoines y que será la que facilitaremos al comprador para que nos ingrese la cantidad de bitcoines acordada cuando le realicemos una venta.
Indica que hay muchos servicios gratuitos a los que acudir para hacerse con un monedero virtual y, por ejemplo, dos de los más conocidos son Blockchain Wallet y WalletBit.
“Para realizar pagos hay que entrar al monedero a través de los códigos facilitados en su creación, buscar la opción “enviar dinero” y, a continuación, introducir el código del monedero de destino y la cantidad a transferir”, explica Ramírez.
“En el caso de recibir un cobro, únicamente tendríamos que facilitar nuestro código de monedero al comprador para que nos ingrese la cantidad pactada, ¡y listo!”, señala a Efe.
¿En qué se diferencia de otras cryptomonedas?
“Las distintas monedas virtuales se asemejan en que tienen una simbología que permiten identificarlas y sus transacciones se asientan sobre la misma línea tecnológica pero, por ejemplo, una de las diferencias entre bitcóin y la moneda virtual Ethereum, es que la primera tiene limitado su minado y la segunda no”, señala.
“Hay algunas monedas virtuales que sí son supervisadas por los gobiernos, pero el bitcóin es una moneda descentralizada”, puntualiza Ramírez.
Para Ramírez, la principal ventaja de los bitcoines es su tecnología.
“Es de elogiar la capacidad operativa en las transacciones, que todo quede registrado en códigos alfanuméricos, que permita hacer, tanto una transacción económica como un contrato “inteligente”, que nos ahorremos el coste económico y temporal de intermediarios y que estemos literalmente a un “click” de conseguir aquello que queremos”, indica el experto.
“Operar con dinero virtual también es una ventaja legal, ya que del mismo modo que el bitcóin se utiliza para transacciones “ilegales”, puede contribuir a reducir los delitos relacionados con el blanqueo de capitales, un auténtico problema en nuestros días y que presenta el dinero ‘fiat’(el del sistema monetario convencional)”.
“En muchos países ya se baraja la posibilidad de eliminar el dinero en efectivo, y esta podría ser una opción positiva”, opina.
¿Cuáles son los riesgos?
“A día de hoy el bitcóin y todo lo que le rodea es un gran desconocido, y tal vez sea esa la principal amenaza”, reconoce.
“Cuando te adentras en el ‘blockchain’ y las monedas virtuales, descubres un mundo apasionante, pero también que este avance tecnológico de gran envergadura podría verse oscurecido por su mal uso”, señala este economista.
“La mano de bandas criminales, la mafia, los delitos de blanqueo de capitales, la financiación de terrorismo y el tráfico de drogas, pueden conducir al declive a una moneda que puede facilitarnos la vida en nuestro día a día”, lamenta Ramírez.
“El bitcoin nació como una moneda virtual o medio de pago sin la intervención de los gobiernos ni de los bancos, pero con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo en un producto de inversión, en un valor refugio y un instrumento financiero, perdiendo su naturaleza inicial y el propósito para el que se creó”, explica Ramírez a Efe.
Este experto reconoce que “esta moneda virtual no tiene la estabilidad de una moneda como el euro o el dólar”.
“Su volatilidad implica que, en un momento determinado, ha habido personas que han ganado muchísimo dinero invirtiendo en bitcoines, pero debido a su fluctuación permanente, quienes hagan una inversión de este tipo también tienen que estar dispuestos a poder perder dinero”, advierte Ramírez.
Consejos para operadores novatos
Al igual que en todo, Ramírez recomienda a quienes quieren operar y/o invertir en bitcoines por primera vez “cautela e informarse de los conceptos básicos para poder adentrarse en el mundo de esta moneda virtual”.
“Si conocemos a alguien cercano y de confianza que ya ha invertido o realiza transacciones por este medio, sería interesante que nos informe y nos ayude, nos recomiende y, sobretodo, nos informe de los riesgos de la moneda”, aconseja.
“El bitcóin es fluctuante, hoy tiene un valor de 6.000 dólares, pero la prohibición de su uso en un país puede llevarla a caer a 2.000 dólares. Es decir, que si bien sobrevive y tiene capacidad de revalorizarse pese a su mala fama, no deja de ser una moneda sin regulación que depende de su propio mercado”, explica.
Fuente: EFE
Source: Economia
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