A punto de cumplir el décimo aniversario de lo que JP Morgan bautiza como la Gran Crisis Financiera de 2008, su responsable de estrategias globales, Marko Kolanovic, recuerda que el próximo año también marcará el 50 aniversario de las protestas globales de 1968 contra la élites globales. “En estos momentos observamos elementos paralelos entre ambos eventos”, indica en un informe distribuido entre sus clientes.
En este sentido, Kolanovic y su equipo hablan de que la próxima crisis financiera será lo que denominan una Gran Crisis de Liquidez. Una situación hipotética que llegará provocada por la retirada de las medidas de los distintos bancos centrales, que han engullido más de 15 billones de dólares en activos desde el azote de la Gran Recesión de 2009. “Estas medidas comenzarán ha retirarse de forma consistente a partir de 2018”, advierten.
Esta situación podría provocar disrupciones de liquidez así como caídas en los precios de los activos y tener el potencial de “desatar una crisis financiera”. Dicho evento estará determinado por el ritmo de normalización de los bancos centrales, la dinámica del ciclo económico y diversos eventos idiosincrásicos, por lo que no se puede vaticinar “con precisión”, aclaran desde JP Morgan.
Aún así advierten que “la mayor característica de la próxima crisis será una disrupción severa de la liquidez”. Con este contexto como referencia, Kolanovic se pregunta cuál será la reacción de los bancos centrales a esta situación. Si las medidas estándares de rebajar tasas o comprar deuda no son suficientes, “los bancos centrales podrían verse obligados a comprar otra clase de activos, como renta variable”, señala.
Otras soluciones “no convencionales” incluyen desde un sueldo universal o un impuesto de sociedades progresivo. También se menciona la posible imposición de un gravamen a las tecnológicas como resultado a la posible destrucción de empleos que pueda derivarse de la Inteligencia Artificial.
Paralelamente, JP Morgan pone de manifiesto que la próxima crisis también puede dar lugar a tensiones sociales similares a las observadas en 1968. Su responsable de estrategias globales explica como hace cinco décadas, la televisión y el periodismo de investigación proporcionaron a la generación de baby boomers el acceso a información no filtrada a acontecimientos como Vietnam y otras guerras, movimientos a favor de los derechos civiles, desigualdad de ingresos, etc.
Actualmente, las redes sociales proporcionan el mismo efecto a un abanico sorprendentemente similar de temas. Además, añaden, Internet ofrece una plataforma para que los distintos grupos sociales sean más conscientes de sí mismos, se unan y se organicen. “Muchos acontecimientos recientes como las elecciones presidenciales de Estados Unidos, el Brexit o los movimientos de independencia en Europa, ya manifiestan tensiones sociales que probablemente se amplificarán en la próxima crisis financiera”, reiteran desde JPMorgan.
¿Cómo evolucionaron los mercados después de 1968?, se pregunta de nuevo Kolanovic antes de acabar su informe. “Los sistemas monetarios fueron completamente renovados (Bretton Woods), la inflación aumentó rápidamente y las acciones produjeron cero retornos durante una década”, contesta mientras matiza como aquella década terminó con un famoso artículo de Businessweek donde se declaraba “la muerte de la renta variable” en 1979.
Fuente: BancayNegocios.com
Source: Economia
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