Es bien sabido que Japón y China son los grandes tenedores de deuda del Tesoro de Estados Unidos. Lo han sido durante lustros. Los países petroleros de Oriente Medio como Arabia Saudí, Kuwait o los Emiratos (EAU) también han ocupado un papel principal como compradores de la deuda que emitían los estadounidenses para financiar sus cuentas públicas. Pero lo que apenas ha trascendido hasta ahora es que un pequeño país europeo de menos de 5 millones de habitantes se ha convertido en el tercer mayor acreedor extranjero de EEUU.
Sin embargo, la posición acreedora de Irlanda poco tiene que ver con un enriquecimiento milagroso de sus habitantes, pero sí de sus residentes fiscales. Son las grandes multinacionales tecnológicas de EEUU quienes detentan estos bonos a través de sus filiales en Irlanda. Su condición como refugio fiscal para las compañías -su Impuesto de Sociedades apenas llega a la mitad que cualquier economía europea- le ha convertido en la base en Europa de empresas como Apple, Microsoft, Google o Facebook, entre otras.
Esta es la verdadera razón por la que Irlanda se sitúa en esa inaudita posición del ranking de acreedores extranjeros de EEUU. Supone, por ejemplo, que cada estadounidense debería a 64.000 dólares a cada irlandés. En realidad, los bonos no están en manos de las familias irlandesas sino en las filiales en el país de la multinacionales tecnológicas americanas, que han amasado dinero en caja suficiente como para convertirse en inversores globales al nivel de cualquier gran fondo de inversión soberano.
Sólo la cartera de bonos del Tesoro de Microsoft se ha duplicado hasta los 112.000 millones de dólares desde 2012. Sólo doce países superan la deuda en manos del fabricante de Windows. Apple mantenía en el primer semestre 52.000 millones en bonos de EEUU desde ‘Apple Ireland’.
Y estas cifras no hacen sino crecer al ritmo que lo hacen los beneficios de las tecnológicas de EEUU y el dinero que tienen en caja. Comparativamente, los dos gigantes empresariales dejan pequeña, por ejemplo, los 38.000 millones de dólares que los residentes en España tienen invertidos en bonos del Tesoro de EEUU. Nuestro país ocupa la posición vigésimo séptima en esta clasificación de acreedores la Administración Trump.
La inversión en ‘treasuries’ desde refugios o paraísos fiscales como Irlanda, Islas Caimán (5) o Bermuda (21) seguirá mientras no cambie el marco impositivo en EEUU. El peaje fiscal que deben afrontar las empresas americanas si quieren repatriar su dinero en el extranjero puede llegar al 35%. Rebajar este muro de impuestos ha sido una de las promesas de Trump durante la campaña electoral. De momento, esto ha llevado a Apple no sólo a invertir en bonos soberanos de su país para preservar su capital, sino a emitir decenas de miles de millones de dólares en deuda corporativa para pagar dividendos a sus accionistas. El motivo es que no puede usar los dólares en las cuentas de sus filiales en el extranjero para estas remuneraciones.
Source: Economia
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