La escala de las tensiones entre Estados Unidos y Corea del Norte se ha incrementado, provocando un aumento de la volatilidad en el mercado y una caída en los precios de las acciones. Resulta tentador llegar a la conclusión de que los mercados se deteriorarían mucho más si el ruido se transformara en una guerra.

Pero la historia nos muestra que el desempeño del mercado bursátil es peor mientras la gente anticipa el conflicto que cuando se está consumando. “Nuestra conclusión principal sería que el impacto sobre las acciones es mucho mayor en el período previo al conflicto (S&P 500 [una disminución promedio de un] 10%) que cuando empiezan a caer las bombas”, así lo observaba Matthew Barasch de RBC en un artículo publicado recientemente. La Crisis de los misiles en Cuba de octubre de 1962, que Barasch contempla como el paralelismo más cercado a la situación actual, es un ejemplo de esto. El S&P cayó un 9% antes de la crisis, cuando la Unión Soviética intentó desplegar misiles balísticos en Cuba. Mientras tanto, el S&P cayó solo un 2% durante el período de 13 días en el que Estados Unidos y Rusia se negaron a ceder, un período que “comúnmente es visto como en el que el mundo estuvo más cerca de la guerra nuclear”, según RBC.

La reacción significativamente negativa en el mercado frente a siete acontecimientos históricos, incluida la Crisis de los misiles en Cuba. El S&P caía un promedio del 10% antes de los sucesos. Para la Primera Guerra del Golfo, se alcanzó el 18%. Sin embargo, una vez ocurridos realmente los acontecimientos, tal y como se muestra a continuación, la reacción del mercado fue más tenue: el S&P subió un promedio del 2%.

Fuente: EFE


Source: Economia