El banco central de Suiza acumula cerca de 720.000 millones de dólares en reservas, una cantidad ingente que supera con creces el tamaño de su economía. El fuerte crecimiento de estos activos denominados en divisa extranjera está creando un tenso debate sobre qué hacer con ese dinero.
Desde el partido socialista reclaman usar parte del dinero para crear un fondo de inversión soberano (al estilo del de Noruega) que invierta dentro de Suiza para mejorar el crecimiento económico. En lugar de tener el dinero en activos extranjeros (como acciones de Apple o bonos del Tesoro de EEUU) se podrían incrementar el gasto en educación o infraestructuras para intensificar el crecimiento sostenible a largo plazo.

Dos docenas de parlamentarios suizos respaldan el proyecto de ley encabezado por la legisladora socialista Leutenegger Oberholzer, que señala literalmente que “parte de las reservas de divisas, o al menos los ingresos que generan deberían usarse para el bien de generaciones futuras, lo que incluye inversión en infraestructuras o industrias estratégicas”.

Este proyecto de ley tiene pocas opciones de salir adelante, según destacan desde The Wall Street Journal. A la falta de apoyo político se suma la negativa de varios economistas expertos en política monetaria, que creen que esas reservas pueden ser muy útiles en el futuro para mantener la estabilidad financiera en el país y del tipo de cambio.

¿De dónde vienen los 700.000 millones?

El Banco Nacional de Suiza (BNS) lleva años luchando contra la fortaleza del franco suizo. La confianza de los inversores en esta pequeña economía y en su divisa, hace que miles de millones de dólares (y otras divisas) fluyan hacía activos denominados en la divisa del país helvético, el franco suizo. Esta circunstancia ejerce un fuerte presión al alza sobre el franco, que el BNS ha intentado frenar aumentando la oferta de francos suizos en los mercados.

Desde 2008, las reservas de divisas del BNS se han multiplicado por ocho. En tiempos de incertidumbre y crisis, el franco suizo es considerado como un activo refugio, los inversores consideran que Suiza y su divisa capean mejor que el resto de activos y países el temporal. Por eso, algunos analistas consideran que el franco suizo es más una especie de materia prima, como el oro, y no una divisa. Didier Sornette, profesor de Economía en el ETH-Zurich, explica al diario norteamericano que “el franco es como una materia prima virtual”.

Aunque el banco central suizo se ha negado a comentar este proyecto de ley que pretende usar parte de las reservas para crear un fondo soberano, en otras ocasiones que se han propuesto normativas similares la respuesta del BNS fue muy clara: “Poner partes de las reservas en un fondo soberano puede restringir la capacidad del BNS para dirigir correctamente la política monetaria”.

Además, tal y como señalan varios expertos, usar parte de esas reservas para crear un fondo e invertir sus beneficios en Suiza ejercería una fuerte presión alcista sobre el franco suizo, que es lo que pretende evitar el banco central del país.

Un franco suizo demasiado fuerte lastraría el superávit comercial de Suiza, una país que en el que las exportaciones representan un 63% del PIB. La operación consistiría en convertir esas reservas en francos suizos para ‘gastarlos/invertirlos’ en el país helvético, esa venta de divisas y ‘compra’ de francos podría disparar el franco suizo erosionando la estabilidad económica del país.

Fuente : Eleconomista.es


Source: Economia