Grecia saldrá mañana a los mercados de capital por primera vez en tres años, con una emisión a prueba de bonos con vencimiento a cinco años, anunció el ministerio de Finanzas en un comunicado publicado en la Bolsa de Atenas.

El Gobierno ha contratado a los bancos BNP, Bank of America Merrill Lynch, Citi, Deutsche Bank, HSBC, para sacar adelante esta emisión, en lo que se conoce como una subasta sindicada.

La subasta contempla la emisión de bonos a 5 años que reemplazarán a los emitidos durante el gobierno del conservador Andonis Samarás en julio de 2014, en una de las dos operaciones a prueba que se realizaron entonces.

El valor nominal de estos bonos que vencían en 2019 es de 4.030 millones de euros.

Según indicó el ministerio, la subasta se llevará a cabo mañana y la entrada en vigor de los nuevos bonos será el próximo 1 de agosto.

El libro de ofertas se dirige tanto a los tenedores de los bonos con vencimiento en 2019 como a nuevos inversores.

El objetivo del Gobierno es asegurar una tasa de amortización de alrededor del 4,75 %, por debajo del 4,95 % de rendimiento que tenían los denominados bonos Samarás.

La operación de bonos a cinco años emitida entonces por Samarás fue un fiasco, pues el interés de los inversores fue escaso, lo que llevó a que, en lugar de poder colocar los títulos a un 4,75 %, el rendimiento fuera del 4,95 %.

Con esta primera emisión a prueba desde verano de 2014, el Gobierno quiere ensayar el interés de los inversores y empezar a prepararse paulatinamente para la era postrescate, a partir de agosto de 2018, en que deberá financiarse por sus propios medios.

Desde hace mas de una semana, los medios griegos venían especulando con una próxima salida que, en un principio, se esperaba ocurriera antes de que el Fondo Monetario Internacional publicara el pasado jueves su análisis de sostenibilidad de la deuda, a sabiendas de que el resultado iba a ser negativo.

En su reunión, el consejo de gobierno insistió en que Grecia requiere de un alivio de su deuda, pero aprobó su participación en el tercer rescate con una inyección de 1.600 millones de euros.

Sin embargo, supeditó la movilización de estos fondos a que Grecia y las instituciones acreedoras europeas concluyan sus negociaciones sobre este alivio.

Pese a que la decisión no fue precisamente favorable, los mercados financieros no reaccionaron negativamente, lo que según los analistas, puede ser uno de los motivos que hayan llevado al Gobierno de Alexis Tsipras a lanzar esta operación antes de la pausa de agosto y antes de que comience el nuevo ciclo de negociaciones en otoño.

En las últimas semanas ya se habían producido varias señales alentadoras, no solo a través de palabras de elogio al desempeño económico por parte de responsables de las instituciones acreedoras, sino por el creciente interés de los inversores por la deuda griega.

En las últimas subastas de letras de Tesoro a tres y seis meses, las únicas que puede realizar Grecia, llevadas a cabo en julio los tipos de interés de ambas bajaron por primera vez desde marzo de 2015.

El bono a diez años en el mercado secundario alcanzó la semana pasada su mínimo de los últimos ocho años, con un rendimiento a 5,26 %.

Entretanto ha vuelto a repuntar ligeramente y al mediodía de hoy el rendimiento era del 5,28 % y la prima de riesgo con respecto al bono alemán se situaba en 477 puntos básicos.

Fuente: EFE


Source: Economia