La próxima semana dará comienzo una nueva temporada de resultados en Wall Street. Con la agenda fiscal y sanitaria de Trump paralizada hasta nuevo aviso y la Reserva Federal debatiéndose entre palomas y los halcones, todas las miradas están puestas ya en la agenda micro que se abre, por segunda vez este año, y que suele servir como impulso para las compañías en el parqué.

Las cuentas a presentar serán, en su mayor parte, las de un segundo trimestre en el que los expertos esperan que el beneficio conjunto de las empresas del S&P 500 crezca algo más de un 27% lo que, de confirmarse, sería el mayor aumento interanual desde el año 2010. En concreto, estiman que reportarán casi 296,000 millones de dólares de ganancias en el segundo cuarto del ejercicio, frente a los 232,000 millones del mismo periodo de 2016.

En los primeros tres meses del año, el acumulado del índice de Standard & Poors fue de 254,000 millones de dólares, un 16% más respecto a 2016. El equipo de análisis de Credit Suisse explica que “los buenos números de este primer trimestre fueron impulsados, sobre todo, por las compañías cíclicas y por las que tienen una mayor exposición al mercado internacional debido a la debilidad del dólar, un viento de cola que se espera que persista el resto del año”.

No obstante, inversores y analistas tienden a fijarse en otra variable a la hora de comprar, vender o emitir sus recomendaciones: si las compañías cumplen las expectativas del mercado o no. En este contexto, en los primeros tres meses del año el 75% de las firmas del selectivo superó las estimaciones mientras que el 19% no las alcanzó, siendo el de las telecomunicaciones el sector que más decepcionó al mercado, ya que tres de las cuatro compañías más importante del sector se quedaron por debajo de lo esperado.

“La puesta en marcha de la agenda legislativa de Trump, los buenos datos de empleo, el aumento de la inversión y las facilidades de crédito ofrecen una oportunidad para ver mayores beneficios, lo que es vital para que el índice siga cotizando al alza en el segundo semestre”, señalan desde Citi. En este sentido, Alejandro Núñez, analista de XTB, añade que “aunque el mercado no ha perdido la confianza en las reformas prometidas en campaña por el Presidente, espera, sobre todo, la continuidad en las subidas de tipos por parte de la Reserva Federal, algo que también creemos será un catalizador para los resultados del S&P 500”.

En el caso de las empresas de telecomunicaciones, se espera que este trimestre sea muy distinto al primero, ya que los analistas apuntan a un crecimiento de las ganancias del 80%, en contraste con la caída del 40% interanual que se vivió en el primero de los cuartos del año. Si bien es cierto que estas variaciones están condicionadas por las cuentas trimestrales de Verizon, la cual presentó en 2016 ganancias superiores a los 4,000 millones de dólares mientras que este año sólo alcanzó los 700 millones, tras anunciar el importe a pagar por Yahoo! (4,475 millones de dólares). Más allá de Verizon, AT&T lo incrementará un 10%, CenturyLink un 32% y en Level3 se prevé una reducción del 7%.

La banca todavía no ofrece crecimiento

El sector estadounidense que más ha repuntado en las últimas jornadas ha sido el financiero gracias a que recientemente los bancos han superado las pruebas de estrés, que concluyeron que las entidades están bien capitalizadas para posteriormente recibir el visto bueno por parte de la Fed para sus planes de retribución, que en muchos casos constan de repartir el 100% de sus ganancias proyectadas para los próximos cuatro trimestres.

No obstante, el crecimiento del beneficio que se espera para las entidades estadounidenses es del 2.7%, uno de los más bajos.

Fuente: Banca&Negocios.com


Source: Economia