El Fondo Monetario Internacional (FMI) aseguró hoy que China debe acelerar las reformas del sector financiero y de las empresas estatales si quiere consolidar un crecimiento, que la institución situó en el 6,7 % para 2017, dos puntos básicos por encima de la predicción del Gobierno.
En la presentación del informe anual sobre la situación de la segunda economía mundial, el subdirector gerente del FMI, David Lipton, instó a Pekín a “impulsar el consumo privado” como motor de la economía, por encima de la inversión pública, tradicional herramienta del Gobierno comunista chino para promover el crecimiento.
“A pesar de que algunos riesgos a corto plazo han disminuido, el progreso de las reformas debe acelerarse para asegurar la estabilidad a medio plazo y abordar el riesgo de que la actual trayectoria de la economía pueda llevar eventualmente a un ajuste duro”, aseguró Lipton en rueda de prensa.
El número dos del FMI elogió las medidas “cruciales” que ha tomado el Gobierno chino, como las iniciativas de reestructuración y reducción del exceso de capacidad, que han logrado que el endeudamiento de las empresas crezca más lentamente.
También constató que el riesgo de estallido de una burbuja inmobiliaria “está siendo contenido” y que se ha reducido el inventario de viviendas sin vender.
Lipton destacó medidas como la reforma de 2014, tras la que se triplicó la creación de empresas, y la publicación del borrador para la reforma de las relaciones presupuestarias entre la administración central y las locales.
Las previsiones de la institución dirigida por Christine Lagarde aseguran que China crecerá un 6,7 % en 2017, una décima más que lo que el Fondo vaticinó en sus perspectivas mundiales de abril pasado. Esta previsión es también más optimista que la del Banco Mundial o incluso del propio Gobierno chino, que situaban esta cifra en un 6,5 %.
En el medio plazo, el informe predice un avance medio del 6,4 % anual entre 2018 y 2020.
Sin embargo, Lipton insistió en que hacen falta “reformas profundas” para asegurar la continuación de la marcha de la economía de China, que creció un 6,9 % interanual en el primer trimestre de este año, tras incrementarse un 6,7 % en 2016.
Entre las recetas que Lipton propone al Ejecutivo comandado por Xi Jinping destaca una profunda “transición desde el actual modelo de crecimiento, basado en inversión a través del crédito y deuda”.
“Es vital comenzar ahora que el crecimiento es fuerte y capaz de amortiguar la transición”, explicó.
Asimismo, el representante del FMI instó a Pekín a “acelerar y ampliar la reforma de las empresas estatales”, un sector que sufre un grave problema de deuda corporativa para el que sugiere “mayor tolerancia ante las quiebras y desapariciones”.
“Hay una necesidad de recortar en compañías públicas que no contribuyan a la economía, teniendo en cuenta las consecuencias sociales”, añadió el economista estadounidense, que cree que Pekín debe “reasignar los recursos a sectores que favorezcan el crecimiento”.
Lipton también destacó la importancia de aplicar una política macroeconómica “más centrada en la calidad y sostenibilidad del crecimiento y no en objetivos cuantitativos”, acompañada de una constricción del flujo crediticio, que actualmente es “demasiado alto” y “debería ser vigilado”.
Otro de los problemas que destaca el informe es, según Lipton, el “riesgo” que supone “el rápido crecimiento y la complejidad del sector financiero”, algo que podría atajarse con una “ralentización” de esta industria, que debería “racionalizarse”.
Por último, el número dos del FMI afirmó que China debe “reforzar el marco normativo monetario a medio plazo” para conseguir “progresar hacia la flexibilidad de la tasa de cambio”.
Lipton, que se reunió con diversas autoridades del país, aseguró que el FMI “confía en que China podrá superar los obstáculos” para llevar a cabo su cambio de modelo económico de forma exitosa, algo que calificó como “vital para el pueblo chino y para el resto del mundo”.
Fuente: EFE
Source: Economia
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