El Fondo Monetario Internacional (FMI) consideró hoy que aún es “demasiado pronto” para evaluar los posibles efectos económicos de la nueva crisis política en Brasil, en un año en el que la primera economía suramericana tenía previsto regresar al crecimiento positivo tras dos años de profunda recesión.
“Es demasiado pronto para evaluar las potenciales implicaciones en la economía de la situación política en Brasil”, dijo Gerry Rice, portavoz del organismo, en su habitual rueda quincenal.
Rice se refería así a la nueva crisis política que se vive en el país, con manifestaciones y disturbios en la capital Brasil, que ha acorralado al presidente Michel Temer por sospechas de corrupción y amenazan con un nuevo juicio político para sacarlo del poder.
El portavoz del Fondo señaló que espera contar “con información más detallada” sobre de las posibles consecuencias cuando se presente en julio la revisión anual de la economía brasileña, conocido como “artículo IV”.
En sus últimas previsiones de abril, el FMI calcula que el producto interior bruto (PIB) de Brasil avance un tímido 0,2 % este año y escalará al 1,7 % en 2018, después de dos ejercicios consecutivos de agudas contracciones, con crecimientos negativos del 3,8 % en 2015 y un 3,6 % en 2016.
Las previsiones del organismo se basaban en la aprobación en el Congreso de una reforma estructural del sistema de pensiones, para equilibrar las cuentas públicas, algo que, por ahora, no se ha logrado y los últimos acontecimientos han profundizado las dudas sobre su futuro.
En los últimos días, además, se han registrado fuertes oscilaciones en las bolsas brasileñas y el real ha caído notablemente frente al dólar y otras monedas.
Al respecto, Rice señaló que “Brasil ha construido colchones en los últimos años y ha creado instrumentos para encarar la volatilidad en los mercados y preservar la estabilidad financiera”.
Source: Economia
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