Mientras el nivel de reservas internacionales se mantiene en mínimos históricos no registrados al menos desde hace 15 años, alrededor de 10 millardos de dólares (exactamente 10.140 millones de acuerdo con las últimas cifras del Banco Central de Venezuela), el cronograma de pagos de deuda externa que deben afrontar la República y Pdvsa luce como una barrera cada vez más difícil de superar.

Solamente en el mes de mayo, el cronograma de vencimiento de bonos y el pago de cupones e intereses compromete 769 millones de dólares por cancelar, principalmente por parte de Pdvsa, que afronta pagos por más de $550 millones.

Los vencimientos y compromisos por deuda externa superaron la prueba más fuerte del primer semestre al cancelarse lo correspondiente al pasado mes de abril, en que se debían cubrir pagos por más de 2.000 millones de dólares, pero aún queda una importante acumulación de pagos para los meses de noviembre y diciembre.

De acuerdo con el economista Luis Brusco, los recursos disponibles para facilitar los pagos que vienen son cada vez menos. Descartando la posibilidad de nuevas emisiones de deuda o préstamos de bancos internacionales o entes multilaterales, que deben ser aprobados previamente por la Asamblea Nacional

Brusco, quien tiene experiencia como analista del Banco Central de Venezuela, cree que la venta de oro monetario de las reservas internacionales o la solicitud de préstamos utilizando este activo como garantía es una de las pocas alternativas que restan, considerando que los fondos extrapresupuestarios como el Fonden no deben contar a estas alturas con recursos suficientes para reconducir. Asimismo, indica que los Derechos de Giro ante el Fondo Monetario Internacional que restan en poder del BCV, deben ubicarse en un nivel inferior a los 700 millones de dólares.

En opinión del especialista, el agravamiento de la actual situación económica también constituye una base para las manifestaciones de calle que se presentan actualmente en el país, producto de un malestar que considera difícil de revertir.

Debido a lo anterior, y aunque no se puede prever un default de deuda en el corto plazo, de acuerdo con las previsiones que ha mantenido Aristimuño Herrera & Asociados, el gobierno venezolano sí enfrenta un horizonte más cercano con riesgo de insolvencia.

Fuente: Banca&Negocios.com


Source: Economia