El gobierno del presidente Donald Trump se aprestaba el miércoles a anunciar un vasto recorte de impuestos, parte de las promesas de campaña del entonces candidato republicano de estimular la creación de empleos y la prosperidad de la clase media, pese a que el gobierno batalla con una deuda creciente.
Funcionarios de la Casa Blanca van a dar a conocer un bosquejo general de una reforma de impuestos que proveería enormes recortes para negocios, pequeños y grandes. La tasa máxima para individuos caería de 39,6% a “mediados de los 30”, de acuerdo con un funcionario familiarizado con el plan.
La tasa máxima de impuestos para negocios pequeños bajaría de 39,6% a la propuesta tasa corporativa de 15%, dijo el secretario del Steven Mnuchin en un discurso el miércoles por la mañana.
Dijo que la propuesta representaría “el mayor recorte fiscal” y “la mayor reforma de impuestos” en la historia estadounidense. Afirmó que la menor tasa de impuestos para dueños de negocios pequeños —una categoría que bajo definiciones legales actuales puede incluir a médicos, abogados e incluso compañías como la Trump Organization— no sería usada como laguna legal por los ricos para reducir su carga fiscal.
Sin embargo, el secretario del Tesoro declinó decir que no habrá un recorte de impuestos para los ricos, una promesa que hizo el año pasado en una entrevista televisiva. “Nuestro objetivo es simplificar los impuestos personales”, dijo.
Los republicanos que criticaron la creciente deuda nacional durante el gobierno del presidente demócrata Barack Obama dijeron el martes que están abiertos al plan fiscal de Trump, a pesar de que podría agregar billones de dólares al déficit durante la siguiente década.
Tal como lo hiciera la Casa Blanca, los republicanos en el Capitolio argumentaron que los recortes fiscales estimularían el crecimiento económico, lo que reduciría o incluso eliminaría cualquier disminución en el ingreso fiscal.
El argumento de que los recortes fiscales son autofinanciables ha sido ridiculizado por los economistas de todo el espectro político. El martes, el apartidista Comité Conjunto de Tributación dijo que un recorte grande a los impuestos corporativos —aun si es temporal— agregaría déficits presupuestales a largo plazo. Éste es un problema para los republicanos, porque significa que necesitarían el apoyo de demócratas en el Senado para aprobar una reforma fiscal que disminuya significativamente los impuestos a corporaciones.
La valoración fue solicitada por el presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan, quien ha estado impulsando un nuevo impuesto sobre importaciones para financiar la disminución de tasas fiscales en general. Los republicanos en el Senado han criticado fuertemente la idea y funcionarios en el gobierno de Trump han enviado señales mixtas al respecto.
Fuente: AP
Source: Economia
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