Los ministros de Finanzas del G20 iniciaron hoy una reunión de dos días en Baden-Baden (suroeste de Alemania) dedicados a la búsqueda de acuerdos o, al menos, de un lenguaje común en tiempos turbulentos, en los que las diferencias parecen primar entre los países del grupo.
El anfitrión de la reunión, el titular de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, admitió durante un encuentro con la prensa que, de cara a la declaración final de la cumbre, se están buscando las “palabras adecuadas” teniendo en cuenta ciertas “sensibilidades” existentes en algunos países.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Steve Mnuchin, es nuevo en el grupo y hoy pasó la mañana en encuentros bilaterales con varios de sus colegas, tras haberse reunido ayer en Berlín con Schäuble.
Para nadie es un secreto que el gabinete del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no está satisfecho con los acuerdos comerciales multilaterales existentes y apuesta por reemplazarlos por pactos bilaterales, lo que es diametralmente opuesto a la posición que defiende la presidencia alemana del G20.
Fuentes de la reunión señalaron que se había planteado la posibilidad de acuñar la expresión “acuerdos multilaterales libres” en la declaración final para tener en cuenta esas diversas sensibilidades.
Pese a todo, Schäuble manifestó su convencimiento de que se podrá “mantener la economía mundial en un curso estable” y “limitar las diferentes evoluciones de las economías del mundo a fin de que los efectos para los otros países miembros y para todas las partes de la sociedad sean limitados”.
De momento se han iniciado las negociaciones sobre comercio y Schäuble también está seguro de poder llegar a un consenso tras su reunión con sus colegas de EE.UU. y China, incluso, en tiempos difíciles.
“Tratamos de encontrar una forma de cómo llevar a una solución común esas diferentes posturas que son conocidas”, señaló el ministro alemán en Baden-Baden.
Explicó que tiene “una muy buena impresión de su encuentro con su colega Mnuchin” ayer en Berlín porque “está a favor de los mercados abiertos y del comercio mundial abierto”.
De momento, según fuentes participantes en los encuentros, todas las reuniones, a puerta cerrada, han sido muy productivas y se han desarrollado en una atmósfera muy buena.
Indicaron que hay un compromiso de todos los miembros con la cooperación internacional, la implementación de la agenda de reformas del sector financiero, la lucha contra la financiación del terrorismo y el apoyo a los países africanos.
También hay compromisos relacionados con la fiscalidad internacional y se prevé publicar un comunicado en julio de 2017 respecto a estándares mínimos de erosión de la base imponible y traslado de beneficios (algo que se conoce como BEPS, del inglés Base Erosion and Profit Shifting).
Estados Unidos se ha comprometido a cumplir los acuerdos internacionales al respecto.
Se trata de las estrategias fiscales que usan las empresas multinacionales para evitar el pago del impuesto sobre sociedades y abonar menos por sus beneficios en algunos países de baja tributación, aunque apenas realicen actividades económicas en ellos.
Asimismo, todos los países están comprometidos en finalizar los acuerdos de regulación y supervisión financiera conocidos como Basilea III, que establecen los requisitos de capital mínimo que deben tener los bancos para poder hacer frente a sus posiciones de riesgo.
En la primera jornada del encuentro se presentó la nueva edición del informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) “Apuesta por el crecimiento”, que llama a impulsar un “crecimiento incluyente” para contrarrestar la oposición en aumento a unas reformas estructurales que no pueden dejarse de lado, dadas las cifras de crecimiento global de los dos últimos años.
La OCDE reconoce que muchos países se encuentran en una encrucijada porque el estancamiento de la productividad hace necesarias las reformas y, al mismo tiempo, lleva a una bajada de los ingresos de buena parte de la población, que hace que se debilite el apoyo a los cambios.
Por ello, destaca que la inclusión social debe ser uno de los objetivos primordiales, además del aumento de la productividad y la creación de empleo, y propone medidas para mejorar la educación, abrir la competencia en los mercados y fomentar la inversión pública en infraestructuras.
Fuente: EFE
Source: Economia
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