Consciente de la “especulación” y la “incertidumbre” que genera en todo el mundo el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el director del Banco Mundial para Centroamérica, Humberto López, pide a la región que combata ese recelo con actitud y ahínco para generar certeza y tranquilidad.

“Este es un caso donde a mayor incertidumbre global los países tienen que hacer un gran esfuerzo para disminuir la incertidumbre doméstica”, asegura López en una entrevista con Efe, en la que aboga por dejar a un lado “la tentación” de no hacer nada y “contrabalancear” esas dudas con “certidumbre doméstica”.

Trump, que la pasada semana juramentó el cargo como el presidente número 45 de Estados Unidos, es un hombre que suscita mucha polémica por doquier.

Sus controvertidas opiniones en materia de política comercial y migratoria, sobre todo, mantienen en vilo a todo el mundo y contra ello, asegura el experto español, los países tienen que hacer “un esfuerzo”.

Ese sacrificio -continúa- pasa por tener programas de Gobierno “bien definidos”, ejecutados en tiempo y con decisión, pues es evidente que el desasosiego “afecta negativamente a la inversión”, provocando que los empresarios retraigan sus inversiones o busquen otras áreas.

López, un gran conocedor de Centroamérica ya que durante 2008 y 2011 fue economista jefe en el istmo también para el Banco Mundial, prefiere ser optimista y aunque reconoce que algunas inversiones se podrían retrasar, insiste en que “no hay evidencia” de que eso esté pasando y muestra de ello es que las tasas de crecimiento, según las previsiones, se aceleran en varios países del área.

Teniendo en cuenta la más reciente revisión, el Banco Mundial estima que Panamá crecerá entorno a un 5,5 %, seguida de Costa Rica con un 4,5 %, Nicaragua con un 4 %, Honduras con un 3,5 %, Guatemala con un 2,9 % y El Salvador, que se mantiene con el país con un ritmo de crecimiento menor, con un 2 %.

Cuestionado por si la corrupción, una lacra contra la que la región se ha levantado de forma enérgica en los últimos años, puede enlutar esas tasas de crecimiento debido a la proliferación de casos, López admite que “la corrupción es el enemigo público número uno” pero asegura que la coyuntura está demostrando que la Justicia funciona en Centroamérica.

“La Justicia está investigando y llevando a juicio a personas importantes”, recuerda este experto de origen bilbaíno mientras enumera casos como los que involucran a expresidentes como Otto Pérez Molina (Guatemala), Rafael Callejas (Honduras) o Elías Antonio Saca (El Salvador), los tres en prisión preventiva por diferentes tramas de corrupción.

“Si bien se puede leer esto como que hay mucha corrupción, eso es evidencia de que el sistema de Justicia y la lucha contra la corrupción están andando por la línea correcta”, enfatiza con ese halo de optimismo que tanto lo caracteriza y repite: “Hace años eso no sería posible”.

Combatir la corrupción y la impunidad, una batalla que países como Guatemala, El Salvador y Honduras emprendieron, sobre todo, durante los dos últimos años, va a destapar más casos, pero no necesariamente significa una proliferación de los mismos; quizá se deba, concluye, a los efectos de la lucha.

Fuente: EFE


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